Renovado por el entusiasmo de que a alguien más le gusten estas ilustraciones fue que volví a emprender la labor de retomar el dibujo! Sin embargo, creo que lo único que consigo es reforzar mis inseguridades.
Hacer este dibujo me costó un montón debido al desafío anatómico de su figura. No tenía idea de cómo dibujar a alguien en esa pose. De hecho, ni siquiera soy consciente de cuáles son los errores, pero se que están ahí, latentes, para juzgar la imperfección de esta señorita.
Tengo que aprender a dibujar, tengo miedo de seguir derrochando ideas en vano. Pobre muchacha, ella definitivamente merece un ilustrador más competente.
Ya que tengo terminada la obra a color, quizás resulte bonito comentar algunos datos al respecto. El concepto implícito sería el de mostrar a una persona que a trabes de diversos tabúes sexuales es capaz de alcanzar la felicidad y satisfacción personal más plena pero mostrando una expresión de dulce serenidad más propio de una tierna santa. Este choque conceptual no es por obra de un error sino que es un hecho que tiende a pasar en el mundo real y que por obra de prejuicios tiende a ser desconocido por muchas personas. Mis respetos a las damas que inspiraron esta obra.
Por cierto, creo que tengo que aflojar con dibujar al 85% de las mujeres cagadas encima.
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